Se paró el gavilán y se quedó pegado [en las
nubes
y
ya no pudo dar más vueltas
y
le dijeron:
Ya
no podés hacer más hilo, ya no vas [a poder tejer el cielo,
entonces
todas las flores que estaban [se pusieron tristes
y
comenzaron a secarse
y
entraron caminando en una cueva
y
se veía una fila de gladiolas que iban [rezando
y
cuatro coronas de orquídeas y rosas
y
así se estaba quieto el gavilán allá [arriba
viendo
que las montañas se habían [puesto negras
y
que los ríos parecían urnas;
cuando
llegó un gran viento y dijo a [resoplar
y
estremecía los árboles como si [fueran ropa colgada
y
bajaron todas las estrellas y se [pusieron a hablar
y
salieron volando las nubes y dando [vueltas
brincando
por las colinas
y
las praderas estaban muy contentas y les brillaban los dientes de risa.
Entonces
se desató el gavilán y se [sentó en una silla a beber
y
se emborrachó y dijo a cantar
y
nombró a todos los que habían [venido para ayudarlo
y
le parecían las alas como lunas
y
los ojos que tenía era el sol que se [le había metido en la cabeza
y
a él se le llamaba el gran tejedor
porque
anudó todo lo que había
[y
puso en el cielo un barco
que
va nadando, nadando
enseñando
todos los sueños.
Ramón Palomares
No hay comentarios:
Publicar un comentario