viernes, 3 de mayo de 2013
El gran pastor...
Eran las palabras del valiente pastor
detenido en la morada de la montaña.
El viento eterno que mueve los arboles
y entorpece la marcha entre los pinos.
El verano es estación propicia para el pastoreo,
el día se llena de frescura como la brisa marina.
Con cantos y ordenes se desplazaba
el gran pastor hacia la pradera pedregosa,
Le gustaba cantarle a sus ovejas
y apasentarlas cuando llegaba la aurora.
Buscaba el cordero de amor en la vieja cabaña
los suaves berridos de cachorro amado
Todos los días traicionado por amor, se muere
el gran pastor en la montaña funesta.
He visto su pesado cuerpo, sus miembros dispersos
y el devorado hundimiento de su cuerpo.
He escuchado su tardio lamento en la tarde
abrupta y calurosa.
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