Yo canto al oído como pájaro diurno,
Yo sin cesar, de ronda en ronda vengo
Cantando versos.
Soy el cantante, vibro, yo espero la noche,
Tengo sueños de piel y de canela,
Yo vivo en esta ciudad.
De noche y bohemia está mi vida llena.
La plateada luna determina
Lo que yo amo.
Lo que amo está en medio del mar.
Un halo de lluvia, un día para mí:
Un atardecer encendido.
No hay desatino, no hay desdicha, no hay pesar,
No hay obstáculo que me amilane,
Ni corazón caprichoso.
Canto de pronto y otras veces sigo.
Miro de pronto tu rostro y me relaja.
No tengo miedo.
Me encontraras entonces descubriendo
El habitual cielo encapotado o la
Desmesurada noche.
Me llamaras: mi ocupación es ésa.
Preguntaras mi nombre, mi estado.
Dejadme en medio de esta luna,
En mi noche de ronda.
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